Alan Parsons: "El cd está muriendo"
Por: Manuel Dueñas Peluffo
El británico, que participó en grabaciones de los Beatles y Pink Floyd, presentará su DVD 'Arte y ciencia de la grabación del sonido'.
“La música no debe ser gratuita”, dice Alan Parsons, tajante. La afirmación es dura, casi temeraria, pero tiene fundamento: Parsons es un testigo de los cambios que la música ha experimentado en las últimas tres décadas.
El británico puede decirlo, afirmarlo aunque suene radical, demasiado correcto. De muchos modos, está más allá del bien y del mal. Primero como asistente y después como ingeniero, participó en la grabación de dos discos fundamentales de la historia de la música: Abbey Road, de los Beatles, y The Dark Side of the Moon, de Pink Floyd.
Invitado por el Instituto Distrital de las Artes, Parsons vendrá a Colombia para presentar un DVD, dar una clase magistral y ofrecer un concierto.
¿Tiene alguna ventaja ser ingeniero de sonido a la hora de hacer música?
Creo que sí. Una de las cosas que un ingeniero tiene que hacer al trabajar en los estudios de Abbey Road es estar expuesto a muchas clases de música. Uno debe ser muy receptivo y tener un gusto amplio. No se puede decir, “no voy a grabar eso porque no me gusta”. Uno tiene que aprender a grabarlo todo. Ese es un entrenamiento muy importante. Cada forma musical es una educación.
¿La idea de disco conceptual está muerta en esta época?
Los discos conceptuales fueron de la décadas de los setenta y los ochenta. Hice un álbum de ese tipo a principios de los noventa. El concepto está un poco pasado ahora. Ya nunca más se escuchan discos enteros, ahora se hacen canciones, pero nadie se aventura a un álbum completo. Yo probablemente nunca haga un disco entero otra vez. El cd está muriendo.
¿El cd no tiene futuro?
No. Pienso que tal vez en cinco años, todo será descargado. Habrá tiendas especializadas que los venderán, pero será minoritario. La gente que quiera escuchar música podrá tenerla toda gratuita, y así no habrá música nueva. Estamos en una situación peligrosa porque no se hace nada original.
Es decir, la música no debe ser gratuita...
Creo firmemente que no. Crecí invirtiendo en la música hasta el último centavo que tenía en el bolsillo. Pero es gratis ahora. Incluso si se descarga en iTunes, que es algo valioso para el artista. Hay que reconocer que YouTube es lo más dañino: ahí puedes escuchar cualquier disco, está completamente fuera de control.
¿Qué le queda a la industria, entonces?
Ya nadie hace discos. No tiene sentido hacerlos si no vas a ganar dinero. La música se reducirá al espectáculo en vivo, uno irá a ver una banda y comprará los tiquetes. Pero la música grabada, no. No veo más que los costos de promoción para los conciertos.
¿Qué recuerda de su experiencia como asistente de grabación de ‘Abbey Road’?
Lo que más recuerdo fue que para ese momento los Beatles trabajaban individualmente. A veces funcionaban como una banda, pero cada uno hacía sus canciones. Yo no tuve trabajo creativo. Era el chico que estaba detrás, haciendo el café.
¿Y de ‘The Dark Side of the Moon’?
Podría escribir un libro sobre esa grabación y ese disco, porque era un gran desafío trabajar con una banda famosa por los efectos que usaba, por utilizar todos los recursos del estudio de grabación. Estoy muy orgulloso de eso. Fue un buen resultado. Mi único pesar es que no seguimos trabajando juntos. Habríamos podido hacer más música.
¿Qué recuerda de su primera visita a Colombia?
Tengo muchos buenos recuerdos, y uno solo malo: comimos sushi y a todo el mundo le sentó mal. Entonces, nunca más comeré sushi en Colombia. Puede que esté muy lejos del océano (risas). También me acuerdo de que fuimos al Museo del Oro y caminamos. Fue divertido. Pasamos un gran rato.
Sobre las tecnologías de grabación
“Muchas de las tecnologías modernas quieren emular las análogas, pero no creo que todo cambie tanto en cuanto a cómo pueden sonar las cosas, es sólo que la música moderna va por un lado y la tecnología por otro. Prefiero trabajar con músicos de verdad, estando juntos, tocando instrumentos reales. Algunas personas dicen que el sonido viejo era mejor, pero es que la tecnología nueva es muy joven, y las mejoras irán llegando. Las técnicas podrían sonar como las análogas”.
“Siempre he creído que, desde el estudio, no sólo se puede cambiar el sonido, sino la composición entera, escribir la canción, y es por eso que, cuando trabajé con Alan Parsons Project, aunque Eric Woolfson era el compositor, hacía mis contribuciones a las composiciones”.
“La música no debe ser gratuita”, dice Alan Parsons, tajante. La afirmación es dura, casi temeraria, pero tiene fundamento: Parsons es un testigo de los cambios que la música ha experimentado en las últimas tres décadas.
El británico puede decirlo, afirmarlo aunque suene radical, demasiado correcto. De muchos modos, está más allá del bien y del mal. Primero como asistente y después como ingeniero, participó en la grabación de dos discos fundamentales de la historia de la música: Abbey Road, de los Beatles, y The Dark Side of the Moon, de Pink Floyd.
Invitado por el Instituto Distrital de las Artes, Parsons vendrá a Colombia para presentar un DVD, dar una clase magistral y ofrecer un concierto.
¿Tiene alguna ventaja ser ingeniero de sonido a la hora de hacer música?
Creo que sí. Una de las cosas que un ingeniero tiene que hacer al trabajar en los estudios de Abbey Road es estar expuesto a muchas clases de música. Uno debe ser muy receptivo y tener un gusto amplio. No se puede decir, “no voy a grabar eso porque no me gusta”. Uno tiene que aprender a grabarlo todo. Ese es un entrenamiento muy importante. Cada forma musical es una educación.
¿La idea de disco conceptual está muerta en esta época?
Los discos conceptuales fueron de la décadas de los setenta y los ochenta. Hice un álbum de ese tipo a principios de los noventa. El concepto está un poco pasado ahora. Ya nunca más se escuchan discos enteros, ahora se hacen canciones, pero nadie se aventura a un álbum completo. Yo probablemente nunca haga un disco entero otra vez. El cd está muriendo.
¿El cd no tiene futuro?
No. Pienso que tal vez en cinco años, todo será descargado. Habrá tiendas especializadas que los venderán, pero será minoritario. La gente que quiera escuchar música podrá tenerla toda gratuita, y así no habrá música nueva. Estamos en una situación peligrosa porque no se hace nada original.
Es decir, la música no debe ser gratuita...
Creo firmemente que no. Crecí invirtiendo en la música hasta el último centavo que tenía en el bolsillo. Pero es gratis ahora. Incluso si se descarga en iTunes, que es algo valioso para el artista. Hay que reconocer que YouTube es lo más dañino: ahí puedes escuchar cualquier disco, está completamente fuera de control.
¿Qué le queda a la industria, entonces?
Ya nadie hace discos. No tiene sentido hacerlos si no vas a ganar dinero. La música se reducirá al espectáculo en vivo, uno irá a ver una banda y comprará los tiquetes. Pero la música grabada, no. No veo más que los costos de promoción para los conciertos.
¿Qué recuerda de su experiencia como asistente de grabación de ‘Abbey Road’?
Lo que más recuerdo fue que para ese momento los Beatles trabajaban individualmente. A veces funcionaban como una banda, pero cada uno hacía sus canciones. Yo no tuve trabajo creativo. Era el chico que estaba detrás, haciendo el café.
¿Y de ‘The Dark Side of the Moon’?
Podría escribir un libro sobre esa grabación y ese disco, porque era un gran desafío trabajar con una banda famosa por los efectos que usaba, por utilizar todos los recursos del estudio de grabación. Estoy muy orgulloso de eso. Fue un buen resultado. Mi único pesar es que no seguimos trabajando juntos. Habríamos podido hacer más música.
¿Qué recuerda de su primera visita a Colombia?
Tengo muchos buenos recuerdos, y uno solo malo: comimos sushi y a todo el mundo le sentó mal. Entonces, nunca más comeré sushi en Colombia. Puede que esté muy lejos del océano (risas). También me acuerdo de que fuimos al Museo del Oro y caminamos. Fue divertido. Pasamos un gran rato.
Sobre las tecnologías de grabación
“Muchas de las tecnologías modernas quieren emular las análogas, pero no creo que todo cambie tanto en cuanto a cómo pueden sonar las cosas, es sólo que la música moderna va por un lado y la tecnología por otro. Prefiero trabajar con músicos de verdad, estando juntos, tocando instrumentos reales. Algunas personas dicen que el sonido viejo era mejor, pero es que la tecnología nueva es muy joven, y las mejoras irán llegando. Las técnicas podrían sonar como las análogas”.
“Siempre he creído que, desde el estudio, no sólo se puede cambiar el sonido, sino la composición entera, escribir la canción, y es por eso que, cuando trabajé con Alan Parsons Project, aunque Eric Woolfson era el compositor, hacía mis contribuciones a las composiciones”.
HAZ UN DISCO Y OTRO Y OTRO Y OTRO Y LOS QUE QUIERAS Y YO LOS COMPRARE
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